domingo, febrero 24, 2008

Vacaciones (parte VI - Yumbilla)

en juguetes viajeros

Nuevamente me llaman a las 5:00am, todavia con el cansancio encima me subo al taxi, "esta vez iremos nosotros nomás", me dice Beto (el organizador del tour) y enseguida enrumbamos a la localidad de Pedro Ruiz, una vez allí desayunamos unos panecillos y me cuentan algunas interesantes historias de los alrededores. Terminamos de comer y partimos al pueblito de Cuispes, una apacible localidad en lo alto de una serie de montañas.

Nos recibe el regidor, nos contó de los planes que tienen en la comunidad para la puesta en valor del camino hacia Yumbilla, ya que aún no está trabajado. Allí entendí entonces el propósito del machete que colgaba sobre los hombros del guía local, un amable campesino que nos tuvo entretenidos durante el trayecto, pero que me ponía nervioso cuando sacaba ese filudo cuchillo.
El camino, como mencioné, no está a punto, Yumbilla es relativamente nuevo y esto ha tomado por sorpresa incluso a los mismos pobladores. El guía usó en reiteradas veces su machete a fin de abrirse paso entre la maleza y demás hierbas que se interponían en el camino casi de selva.


Desde una saliente a mitad del trayecto se puede apreciar la catarata en todo su esplendor y se puede notar que es incluso más alta que Gocta, pero con mucho menos caudal. Se me ocurrió que en esa saliente se podía crear un descanso para los visitantes, de paso que comen algo se distraen con la vista, que como en todos lados, llena los ojos.



Cuando llegamos a la catarata notamos la fuerza de la caída de agua, eso no nos importó y nos metimos por debajo de ella, contemplando el horizonte aparte de quedar literalmente hechos una sopa.

Contentos y cansados por el esfuerzo, regresamos al pueblo, Beto me invitó un suculento almuerzo en un albergue del lugar y los lugareños nos animaron para volver en otra oportunidad. Estoy seguro que volveré, hay más partes para visitar. Ya en el auto, de regreso, la naturaleza nos agradece la visita y nos regala una imagen para guardarla como postal en un rincón de nuestros más preciados recuerdos.

Era mi último día en Chachapoyas, no podía estar más satisfecho de lo vivido en estos 3 días... y agotado también jejeje.

2 comentarios:

sofia dijo...

que bueno que hayas tenido la oportunidad de visitar tan hermoso lugar...espero algún día el acceso sea más fácil para que asi más personas se animen a realizar el trayecto..claro que sin alterar el ecosistema...

Anónimo dijo...

La catarata Yumbilla es un lugar realmente especial, escondido al grán público, es todo un espectáculo para los sentidos atravesar la ceja de selva para llegar a la enorme catarata.
Sin duda alguna, también fue, el mas grato recuerdo que guardo de mi visita a Amazonas.
Es increible que un lugar así, se encuentre todavía por descubrir.
Buen relato y buenos recuerdos, muchas gracias.